sábado, 29 de octubre de 2011

Acto presentación cadidaturas


- Discurso acto de presentación de candidaturas -


Como nuestro presidente, Manolo Chaves, al que agradezco enormemente su presencia, soy un andaluz nacido en Ceuta. Su experiencia vital y política lo ha mantenido fuera de nuestra ciudad con una enorme aportación al desarrollo de Andalucía de la que puedo dar fe por haber sido partícipe y destinatario de la misma.

En mi caso, después de 40 años fuera, tuve la oportunidad de regresar a mi tierra y disfrutar de la responsabilidad de poder contribuir a su desarrollo.

Me presento ante los ceutíes con una experiencia de servicio público educativo de más de 30 años y un programa aprobado por el Partido Socialista Obrero Español que no olvida los logros que hemos conseguido, que tiene muy en cuenta las dificultades del presente y que mira hacia un futuro con la cabeza bien alta y la seguridad de que podemos seguir en la senda del progreso. Un partido que es el principal responsable de los avances que se han producido en España en los últimos 30 años ostentando la responsabilidad de gobierno en 22 ellos. Avances de incorporación al mundo desarrollado. Avances de derechos individuales y colectivos. Avances y cambios que tienen, todos, la huella socialista del progreso. En nombre de ese Partido Socialista me presento a las elecciones generales como candidato al Senado por Ceuta. Todo un orgullo para mí.

Cuando las intenciones se ocultar, la mentira celebra orgías. Nos acusan de que hemos llevado a este país casi a la quiebra. Una enorme falacia, no sólo por lo que esconde del origen y la extensión internacional de la crisis, sino por lo que esconde de irresponsabilidad del Partido Popular en momentos críticos de la misma. Ellos, que tienen como única propuesta dar confianza, pusieron en duda la confianza de este país para cumplir sus obligaciones económicas internacionales. Ellos nos podrían haber arrastrado a la quiebra.

Estoy de acuerdo con lo que dijo Vivas hace un par de días: “España se juega mucho el próximo 20 de noviembre, pero Ceuta se juega más”. (Vivas e Imbroda ha firmado un documento de carácter reivindicativo, "en el sentido más noble" –vayan a parecer de izquierdas-, uno de cuyos ejes, dicen, es la “garantía de sostenibilidad de los servicios públicos en iguales condiciones que en el resto del país. O sea, con los mismos recortes). Efectivamente. Ocultan su programa, pero sabemos lo que están haciendo en las CCAA. Los socialistas sabemos muy bien lo que nos jugamos. Nos jugamos el derribo paulatino del edificio del estado del bienestar. Nos jugamos el desmantelamiento del sector público. Y en Ceuta sabemos las consecuencias de una disminución del sector público.

Nos jugamos mucho y por eso sabemos que tenemos que luchar por lo que queremos. Nos jugamos mucho y por eso tenemos que decirle a cada ciudadano: ¡Lucha por lo que quieres! Lucha, naturalmente que sí y con prioridad, por un empleo sostenible en el tiempo y no construido sobre castillos de naipes. Y lucha por la Educación; lucha por la Sanidad; lucha por la igualdad de oportunidades; y lucha por los derechos sociales, individuales y colectivos.

¡LUCHA POR LO QUE QUIERES!

Aquí, como en toda la geografía española, nos encontramos en una encrucijada histórica. Nos encontramos ante el desenlace de una crisis del sector financiero a nivel mundial que ha afectado a las economías de países desarrollados, a su capacidad de financiación y a su economía real, con serias dificultades de acceso al crédito y con el consiguiente efecto de pérdida de empleos. Saldremos de esta crisis en la medida en que internacionalmente podamos hacerlo en su conjunto. No valen recetas locales para la salida. Pero sí que esas recetas locales tendrán consecuencias en la manera de afrontar el futuro.

Las próximas elecciones generales marcarán, a nivel estatal y local, la situación en la que vamos a quedar una vez salgamos del periodo de crisis.

Si seguimos de frente vamos a chocar con un muro sin posibilidad de franquear. Si seguimos de frente, seguiremos una senda testimonial alentada, aquí, por quienes desean más el fracaso ajeno que el triunfo propio. Si se sigue ese camino se producirá la frustración de mucha gente necesitada de una representación con capacidad real de decisión, con capacidad real de influir en la política nacional.

Si giramos a la derecha, que nadie lo dude, se pondrá al estado bajo la dieta Dukan. El siempre deseado adelgazamiento del estado, desde posturas conservadoras, encuentra ahora en la crisis la excusa perfecta. Una reducción del sector públivo que no tendrá ningún miramiento con el estado de bienestar. Una reducción del sector público que, en el caso de Ceuta, afectará de manera importante en la medida en que es un sector primordial en la economía de la Ciudad.

No queda otra que seguir la senda de la izquierda.

Tenemos que seguir realizando esfuerzos y nos queda un camino duro que recorrer. Pero lo vamos a hacer desde la perspectiva de un cambio de modelo productivo que haga más firme la salida y que no ponga en peligro pilares como la Educación Pública, la Sanidad Universal, los Subsidios de Desempleo, las Pensiones o los Derechos Sociales.

No hay otra, compañeras y compañeros.

Tenemos a un velocista corriendo hasta la Moncloa. Y lo va a conseguir. Pero luego tendremos que librar una carrera de fondo. Una carrera de fondo en la que vamos a necesitar tiempo y esfuerzo. Una carrera de fondo que también vamos a ganar para esta sociedad.

No hay otra, compañeras y compañeros. Si os preguntan por la salida de la crisis, ya sabéis qué contestar: AL FONDO Y A LA IZQUIERDA.

¡PELEANDO POR LO QUE QUEREMOS!

martes, 18 de octubre de 2011

Los pilares del Estado de Bienestar y la “herencia envenenada”

La crisis y la “herencia recibida” de los gobiernos autonómicos del PSOE son los paraguas con los que Rajoy y sus dirigentes justifican el recorte de un Estado de Bienestar labrado con esfuerzo desde hace 30 años. Gobiernos como el de Madrid, con Esperanza Aguirre, o el de Murcia, con Ramón Valcárcel, apuestan claramente por el copago en sanidad y cuestionan la gratuidad de la educación pública. En Castilla‐La Mancha, Dolores de Cospedal planteado dudas sobre el sistema de prestaciones por desempleo (“habrá que negociar hasta qué punto la tienen que tener todos en la extensión que ahora”). En Baleares, el presidente Bauza, ha sido interpelado por cientos de personas con discapacidad por haber dejado de pagar a los centros y asociaciones que les atienden. En Asturias, el otrora vicepresidente del Gobierno de Aznar, Álvarez Cascos, que gobierna con la formación escindida del PP Foro Asturias ha dejado sin pagar a los 78 Ayuntamientos de la Región el dinero correspondiente a educación y políticas sociales, con el que los ayuntamientos financian programas como las Escuelas Infantiles de 03 años y los programas de atención domiciliaria enmarcados en la Ley de Dependencia

Pese a las diferencias entre países, hay una serie de características comunes a todos ellos que permiten identificar al Estado de Bienestar con un sistema de cobertura pública de riesgos involuntarios ante los cuales el ciudadano está desprotegido.

Los tres riesgos que tradicionalmente ha cubierto el Estado de Bienestar son aquellos que impiden al ser humano utilizar su potencial de trabajo como único medio de vida que le hace autosuficiente y, por tanto, libre. Estos son: el riesgo de caer enfermo; el riesgo de perder el empleo; y el “riesgo de envejecer”, entendido como la incertidumbre respecto del momento en el que el envejecimiento minará definitivamente las capacidades físicas y/o intelectuales propias sobre las que se basa la actividad laboral. Si estos riesgos no estuvieran cubiertos mediante un seguro sanitario, un seguro de desempleo y un sistema de pensiones, las personas que sufrieran la materialización de alguno de ellos quedarían en riesgo de exclusión y de marginación.

La cobertura de estos seguros desde el sector público justificó el nacimiento y la consolidación del Estado de Bienestar durante el siglo XX, y constituyen sus tres primeros pilares, a los que se sumó, después, un cuarto pilar para cubrir el riesgo de nacer o quedar discapacitado.

En este grupo de pilares del Estado de Bienestar se suele incluir la educación. No obstante, en sentido estricto, la provisión pública de una educación universal no tiene tanto que ver con la cobertura de ningún riesgo, como por la búsqueda de la igualdad de oportunidades característica de un pensamiento progresista. Desde esa concepción, las desigualdades sociales no se contemplan como diferencias insalvables entre los individuos, como viene a sostener el pensamiento conservador, sino que pueden ser resueltas porque tienen un origen social relacionado con el entorno familiar, intelectual y educativo en el que crecemos.

La cobertura pública de esos riesgos y su carácter involuntario son dos cuestiones importantes a la vista del volumen de gasto público que generan. Los países europeos gastan una media del 23,4% de su producto interior bruto (PIB) en financiar los pilares tradicionales del Estado de Bienestar, sobre todo en sanidad y pensiones (y llegan casi al 30%, si incluimos los gastos en educación).

Dado el volumen de recursos empleados, hay una primera pregunta que responder: ¿por qué debe ser pública la cobertura universal de estos riesgos? En principio, parecería lógico pensar que los riesgos de estar desempleado, enfermar, envejecer o quedar discapacitado podrían ser cubiertos por seguros privados a través de mecanismos de mercado, igual que el seguro del coche nos cubre del riesgo involuntario de tener un accidente. Sin embargo, y al margen de las connotaciones morales que todos comparten, los cuatro riesgos mencionados se enfrentan a fallos de mercado que hacen que su cobertura privada no sea rentable para las empresas en el caso de algunos grupos sociales que, por tanto, quedarían sin protección, como ocurre en países como Estados Unidos (donde un 15% de la población no tiene seguro médico).

Estos fallos de mercado son diversos, según cada pilar del Estado de Bienestar:

Sanidad: el fallo clásico que se suele mencionar es el de la selección adversa, que llevaría a los seguros privados a asegurar sólo a las personas con buena salud y dejaría sin cobertura (o con primas prohibitivas) a los ciudadanos con enfermedades crónicas. Y, desde luego, existen problemas por las externalidades negativas sobre la salud pública de la comunidad (en el caso de epidemias), de las que sólo puede ocuparse el Estado.

Desempleo: los fallos de mercado que justifican la provisión pública del seguro de desempleo son similares a los de la sanidad. Al problema potencial de selección adversa, si el seguro fuera privado, se le añade las externalidades negativas que puede provocar el paro laboral derivado en indigencia.

Pensiones y dependencia: en ambos casos, los problemas de selección adversa son muy relevantes, especialmente en el segundo, ya que cuando la discapacidad ocurre y se mantiene con una probabilidad cierta en el tiempo, los seguros privados expulsarían del mercado a los ciudadanos con discapacidades permanentes.

Educación: en el caso de la educación básica dedicada a garantizar la igualdad de oportunidades, el riesgo que hay que asegurar (el de nacer en una familia sin recursos) requiere una acción para la que no existe siquiera un mercado. A esto se añade un problema inicial de restricción al crédito, ya que ningún seguro privado otorgaría créditos educativos hasta que el niño hubiera demostrado su buena capacidad para generar rendimientos futuros con los que devolver el préstamo.

En definitiva, estos fallos de mercado generarían colectivos desatendidos si limitáramos la cobertura a seguros privados. De ahí, la apuesta del Partido Socialista por la universalidad de esa cobertura y la necesidades de que esos seguros sean públicos.

Justo lo contrario de lo que propicia el Partido Popular en los ámbitos en que gobierna y donde está recortando como nunca el Estado de Bienestar. Lo hace, además, mientras afirma lo contrario. Porque ninguno de estos recortes estaba en los programas electorales que los ciudadanos votaron en mayo. Porque, el 27 de mayo de 2010, Mariano Rajoy decía en el Congreso: “Jamás el PP ha planteado recortes de derechos sociales”.

Como ha dicho el ex presidente socialista de Castilla‐La Mancha, José María Barreda, “si en Madrid despiden profesores, en Valencia no pagan la Seguridad Social, en Murcia no pagan a las farmacias. ¿Quién ha dejado esa “HERENCIA ENVENENADA” en las regiones donde ya gobernaba el PP?”

El Faro Digital

El Pueblo de Ceuta

martes, 11 de octubre de 2011

Coherencia


Pérez tenía un hermano; el hermano de Pérez murió; el hombre
que murió nunca tuvo un hermano. ¿Quién es Pérez?



Berna González, en un artículo del pasado sábado en El País, titulado "Hitos que aún hacen falta", sobre las mujeres premiadas con el nobel de la paz, decía lo siguiente: «Y es que la mujer no sólo es igual; es que debe ser reconocida y visible».

Lo que pretendo explicar es, por tanto, algo sencillo. El pasado viernes tomé la decisión de ceder el primer puesto de la candidatura al Senado a mí compañera Mayda Daoud. Una mujer joven, valiente y capaz que cuenta con todo mi reconocimiento y apoyo, como así lo tiene mí otra compañera, candidata al congreso, Carmen Ruiz.
Hay un principio que trato de aplicar en mi vida personal y profesional: la coherencia. No estoy diciendo que lo consiga siempre, pero siempre intento que mis decisiones y mis acciones sean consecuentes con mí manera de pensar y con las ideas que defiendo.

Es público que en el proceso de formación de candidaturas ha estado encima de la mesa la materialización de un mayor protagonismo de la mujer en las listas. Es público que el jueves 6, en una rueda de prensa informé sobre el hecho de que un alto porcentaje de ciudadanos (87%) ven en la educación un elemento donde la igualdad de oportunidad entre el hombre y la mujer, se materializa. Y no es menos pública mi relación y compromiso con el mundo educativo en los últimos 32 años.

De modo que la decisión que tomé no representa para mí ningún sacrificio. Muy al contrario, me satisface, precisamente porque la veo coherente. Una coherencia que trata de hacer posible que uno viva como piensa y no que termine pensando con arreglo a cómo vive.

Para mí, por otro lado, no es nada nuevo. A lo largo de todos los años que pasé en la dirección de un centro de secundaria, conmigo estuvo la primera mujer que se hizo cargo de la secretaria; conmigo estuvo la primera mujer que se hizo cargo de una jefatura de estudios y cuando dejé la dirección para venir a Ceuta, propicie que asumiera por primera vez la dirección del centro una mujer, que aún continúa. Es más, para mí sería una gran satisfacción que en el cargo de Director Provincial que dejaré en unos días por imperativo legal, me sucediera, precisamente y por primera vez, una mujer.

Por otro lado, en el plano de la campaña que empezamos a abordar, nada va a cambiar para mí. Dije en la presentación pública de la candidatura que asumía el compromiso con seriedad, responsabilidad e ilusión aspirando a que se me diera la confianza para representar a los ciudadanos de Ceuta en el Senado. Y en ese empeño, que nadie lo dude, voy a continuar.